El aguafuerte es una técnica de grabado en metal (calcografía) en la que se emplea una disolución que llamamos aguafuerte para remarcar las líneas o surcos del dibujo hecho en una plancha de metal. Esta disolución es un ácido que "ataca" a las zonas descubiertas del metal.
Para grabar sobre el metal utilizaremos una herramienta llamada punta seca, cumple la misma función que un buril.
Nuestra matriz requiere una preparación previa antes de poder grabarla con la punta seca: En primer lugar se debe lijar la superficie con hilo metálico. De ahí se pulirá la superficie con un abrillantador de metales hasta verte en la matriz reflejado como si fuese un espejo. Por último se biselan los bordes con una lija de hierro, esto sirve para no rasgar el papel a la hora de pasarlo por el tórculo, dándole forma de rampa.
A continuación, cogeremos un algodón humedecido con agua y vinagre, el cual lo untaremos en Blanco de España y lo pasaremos por la plancha, hasta que toda la superficie este con este producto. Esto sirve para quitar la grasa que pueda haber en la plancha. Luego la aclararemos con agua y la secaremos con secador. Después, con un pincel le daremos barniz a toda la superficie con una capa homogénea y la dejaremos secar.
Una vez seco el barniz realizaremos nuestro dibujo sobre la matriz con ayuda de la punta seca o buril tratando de eliminar el barniz con ayuda de estos. (en los trazos de nuestro dibujo quedará el metal al descubierto).
Antes de morder forraremos la parte de atrás de la matriz con cinta aislante para que el ácido no ataque esta zona. Para preparar el mordiente, utilizaremos la formula de Friedhard Kiekeben:
Verteremos litro y medio de agua en el recipiente en el que sumergiremos la matriz, después añadiremos 180g de sulfato de cobre y 100g de sal de cocina. Esto lo mezclaremos con el agua y lo removeremos hasta conseguir un color azul.
Una vez realizado el ácido, podremos pasar a morder la imagen, metemos la plancha durante 10 minutos en la disolución. Trascurrido este tiempo sacaremos la plancha y limpiamos los restos con un pincel, lo limpiaremos con agua y lo secaremos. Con un cuenta hilos podremos observar la profundidad con la que ha mordido y, si lo deseamos, podemos meter de nuevo nuestra matriz a la disolución para conseguir mas surco y por lo tanto mayor intensidad de lineas.
¡Ya tenemos nuestra matriz preparada para entintar y estampar!
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